Por Ramón Vallejos….
Mientras todo el mundo periodístico nos pone por delante el fallo del Juez Griesa y la mayoría del pueblo argentino lo toma como culpable de los males que representa ese fallo para La Argentina, se está tapando la verdadera realidad.
El juez (malo para nosotros) es simplemente un buen empleado del sistema político-económico del imperio norteamericano (el monstruo) que despliega sus piezas según el momento y la conveniencia propia.
Así aparecen los fondos buitre,1% del 7% total de los acreedores que no entraron, por propia voluntad, en la negociación del canje de deuda, que sí aceptó el 93% y el gobierno depositó el dinero que les corresponde cobrar.
Estos buitres hoy reclaman el cobro del valor “nominal” (100) de los bonos basura en default que compraron por monedas, ante el juez corrupto que les da la razón, las Cámaras Judiciales, la Corte Suprema, el embajador norteamericano en Argentina y el gobierno de Obama (Premio Nobel de la Paz), que convalidan por acción u omisión el fallo, que parece extemporáneo, pero, que es pensado y preparado para volver a poner de rodillas a un país soberano como La argentina, que logró volver a esa situación a partir del Gobierno Nacional y Popular con Néstor Kirchner como presidente, luego de recuperar la economía y las reservas del Banco Central, pagando con parte de esas reservas para terminar con la tutela del FMI y el Banco Mundial, los cuales nos imponían las recetas, supuestamente salvadoras, que cada vez nos hundían más.
Recordemos: la entrega del patrimonio nacional privatizando las empresas del Estado a precio vil, con contratos leoninos a favor de los privados, como YPF y Aerolíneas Argentinas; la privatización de la seguridad social con la estafa de las AFJP, que se quedaban con el esfuerzo de los trabajadores; el paso al Estado de las deudas privadas de las empresas, aumentando la deuda externa de todos los argentinos inocentes de toda inocencia; el canje de deuda; el megacanje; el corralito y el corralón, con el robo de los ahorros de los argentinos depositados en los bancos; la desocupación, pobreza e indigencia; la quiebra del “campo” y las empresas, el infierno tan temido.
Parece que el gobierno del imperio norteamericano en decadencia, con la deuda externa e interna más grande del mundo, desocupación galopante, exclusión de millones de personas, creador de guerras y muertes por doquier, ordenadas por el Premio Nobel de la Paz, que no logra estabilizarse, ha puesto los ojos en un país del fin del mundo, como dijo el Papa, para apropiarse, como acostumbra a hacer, de sus riquezas inconmensurables.
Para lograr sus objetivos no escatima esfuerzos, violando: leyes, convenios, organizaciones mundiales, organismos regionales, países soberanos, pueblos, creyéndose dueño del mundo, somete por las armas, o el ahogo financiero y la extorsión.
El pueblo argentino tiene el honor y el orgullo de haber elegido democráticamente un gobierno como el de Cristina con el 54% de los votos, que continuando con el legado del Gran Patriota Néstor Kirchner, es capaz de manejar con criterio nacional y soberano, el patrimonio y las banderas de la Patria (de los 40 millones de argentinos).
Las mismas banderas que arriaron vilmente desde 1976 a 2002 dictaduras cívico-militares y gobiernos democráticos genuflexos, endeudando al pueblo en cifras superiores al 160% de PBI. Sin embargo hay sectores dentro mismo del país que pareciera que quieren volver a esa épocas ominosas, seguramente porque añoran los privilegios que portaban, de ser un puñado de únicos beneficiados, en detrimento del resto .
A propósito de esto, el psicoanalista Jorge Alemán escribió en Página/12, el luminoso párrafo que sigue: “A pesar del escepticismo que este panorama infunde, todavía se puede pensar que el presente es injusto, pero la historia es el lugar donde la verdad retorna. Por ello, aquellos sermoneadores de la ética en medios hegemónicos salpicados de sangre, aquellos expertos en economía cómplices de lo peor, que recuerdan siempre las ‘reformas estructurales inevitables’, aquellos custodios de la ‘racionalidad’ que advierten día tras día sobre el demonio populista, aquellas izquierdas pseudo republicanas, pseudo socialistas de las ‘bellas almas’ reunidas que gustan denunciar el carácter prosaico del mundo, que no piensen que la cosa va a ser tan fácil para ellos, porque son muchos los que han tejido una memoria común, que los recordarán en su traición.”
Compartiendo los dichos de Jorge Alemán, agregamos que Latinoamérica y el mundo entero, excepto EE.UU. y Canadá, se hacen eco y apoyan fuertemente las razones que asisten a La Argentina en esta lucha contra el esquema opresor, por lo que se hace evidente que más temprano que tarde, nuestro país será punta de lanza para la reformulación política mundial y el cambio de paradigma del sistema financiero internacional por uno más justo.
Dichosos los argentinos que en este siglo XXI estamos siendo partícipes de hitos históricos de orden nacional y mundial sin dejarnos avasallar por el poder económico depredador externo e interno.
- 9 de julio de 2014 (Día de la Independencia Argentina) -