Por Facundo Nahuel*…..
Recorriendo la ciudad vienen a mi mente cuestiones que nunca entenderé.
Hace poco se inauguró la nueva Terminal, ubicad en los playones de la estación de trenes, sitio donde la seguridad en horas de la noche no existe. Son de conocimiento público los hechos delictivos que allí tienen lugar. Allí y en varias zonas de Zárate. No importa la hora ni donde, pasan.
Día a día se corre la voz de un nuevo acto de delincuencia injustificable, la paranoia crece, y ya casi deja de oírse aquel “vos tenés que caminar tranquilo, si ven que tenés miedo, fuiste”, asegurando que ser víctima de un delito depende, en gran parte, de nuestra calma al recorrer las calles.
En lo personal, jamás dí crédito a semejante afirmación. Las cosas están realmente mal, y el hecho de que nuestro círculo no haya sido vulnerado aún, no garantiza que no esté bajo amenaza.
Mientras tanto, las obras y reformas siguen justificando votos e impuestos, embelleciendo la “querida ciudad” mientras “avanza”. Bien, pero las plazas y bicisendas distan de ser un lugar seguro para pasar el día. Rápidamente son tomadas por grupos de actitud sospechosa, raramente mal juzgados. Jóvenes y adultos, al parecer muy interesados en nuestros movimientos y que, en varios casos, terminan por asaltar e incluso golpear al confiado hombre, mujer, niño, anciano, no importa.
Las motos tomaron un macabro protagonismo: basta con escuchar una moto a nuestras espaldas para sentirse alarmados.
Más a favor de los motochorros, está el sistema utilizado por los efectivos de tránsito, que en lugar de retener al sospechoso en posesión de una moto sin papeles, lo dejan libre, y que se vaya a pie, a robar otro vehículo… y todo queda en nada.
¿Se está construyendo una ciudad fantasma? ¿Es seguro aventurarse más allá del recorrido al trabajo y las compras?.
¿Cómo pueden continuar trabajando en anfiteatros y parques mientras la gente medita si conviene llevar dos pesos más de lo indispensable, si conviene caminar 6 cuadras de noche en lugar de gastar $25 (o más) en un remis? Triste y actual, esto está pasando.
Por supuesto, no sólo ocurre en Zárate, lo cual no debería justificar ninguna de las desgracias ocurridas. Los asesinatos a sangre fría en pleno centro o en los barrios no deberían ser meras estadísticas. Digo ésto en relación a un artículo publicado en un medio local, en cuyas líneas se encuentra la frase “ no son números que hablen de que la situación se nos está yendo de las manos; en la provincia la situación es peor”, dicha por un alto funcionario policial.
Yo me pregunto, ¿cuántas muertes contienen las manos de la policía? ¿Cuál es el límite “razonable” de asesinatos, familias destrozadas, entraderas violentas y robos en la vía pública? ¿Acaso morir en la provincia es peor que morir en Zárate? ¿Más trágico?.
El hecho de que acá mueran 3 personas y en Capital mueran 13, ¿justifica de algún modo el patético desempeño de la policía local? ¿Los números no hablan de la desesperación de una familia que perdió un hijo, un padre, una madre? No.
Los números no hablan, ni de eso ni de aquello, los números son datos arrojados, de dudosa procedencia. Cuestionables, si, pero también absolutos una vez expuestos. Los números son la autoridad, es la verdad impuesta por el poder, los que te dicen que todo está bien y bajo control.
Mientras tanto, seguirán adornando plazas y barrios, calles y parques, minimizando el crimen y vendiendo costanera, mudando villas y haciendo shows en el Fórum Cultural, donde se pasa del lujo y el arte a un descampado donde se puede jugar al fútbol de 10 a 18 (a veces), pero no se puede pisar durante la noche.
Así está Zárate. Mejor que la provincia, gracias a Dios….
*Estudiante de FinEs, de la clase de Comunicación Social y Medios.